En el año 2004 toqué fondo. Con 26 años comencé una terapia psicoanalítica que marcó un antes y un después en mi vida.

El psicoanálisis es un proceso largo y doloroso que nos conecta con lo más profundo de nuestro ser. Duele pero después de ver y entender qué ocurre en lo más recóndito del alma podremos cambiar y dar sentido a nuestra vida. Gracias a esto puedo decir que me curé de mi adicción a hacerme daño.

Quiero compartir mi experiencia contigo, con todas las familias, porque sé que detrás de cualquier adicción (a la comida, a las drogas, al tabaco, al sexo, al alcohol, a las tecnologías, etc.), el consumismo, la “felicidad social”, la irresponsabilidad, la queja, el conformismo, el miedo al fin y al cabo, hay un alma pidiendo ayuda.

No podemos enseñar a nuestros hijos lo que no sabemos aplicar en nuestra vida. Sin entender nuestras emociones, reacciones y sentimientos la vida se apaga. No necesariamente hay que fallecer para estar muertos.

Hay muchas vidas sin alma que siguen el cauce del río simplemente porque toca, es lo que hay que hacer o se espera de ellas.

El miedo es normal, forma parte de la vida. Pero juntas lo vamos a ver desde otra perspectiva y a pasar de la oscuridad a la luz desde donde la vida se ve más bonita.

Te acompaño de la mano a comprender qué ocurre dentro de ti que te impide tener una vida plena. Y algo que nos gusta a todas, podremos enseñar a nuestro hijos a VIVIR.